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miércoles, 14 de diciembre de 2011

Aprendí, que sonreír, era la cosa más maravillosa que nunca existiría.
Aprendí, que si la pierdes, no te quedará nada.
Aprendí, que llorar era demasiado fácil .
Aprendí, que el lamento, era la peor cosa, que lo único que hacía, era hundirte aún más .
Aprendí, que sonreír, cuando el alma llora, es algo que no todo el mundo hace...pero quien la sigue la consigue .

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